Currents (Tame Impala)
Un ser humano suele estar en una búsqueda siempre. A veces sabes que el error es una constante, otras se quiere siempre ser perfecto. En ocasiones, como le sucede a Kevin Parker, mente maestra del proyecto Tame Impala, el ser solitario es el único capaz de lograr comprenderse.
Si bien podrá no ser un trabajo para las masas, el autraliano Parker continúa demostrando su enorme capacidad de sintetizar sentimientos, bajo la esfera de su inmejorable producción en el estudio, llevando su propia creatividad hasta un punto límite. "Currents" bien muestra a una persona que está cambiando (Yes, I'm Changing), pero que también durante esta metamorfosis, logra captar una esencia de búsqueda, que parece siempre estará en él. Esto lo disfruta (o lo vive), ofreciendo en esta ocasión, un resultado de lo más fino que se ha podido escuchar en 2015.
Tame Impala abandona el protagonismo de las guitarras, muy captable en sus dos primeros discos, desde el track 1, Let it Happen, donde parece que minimiza y esconde esta característica previa. En este álbum, el sintetizador toma mucho mayor fuerza, pero también parece querer hacernos captar las muy bien cuidadas líneas de bajo, complementando con un "beat" que recuerda más a la era 'Disco' que a un clásico rock psicodélico.
Kevin Parker no teme entregarnos canciones con esencia Pop, deja etiquetas de lado y se dedica a reflejar su propio momento, tanto como genio musical, lírico y de producción. Lo más cierto, para bien o mal, es que "Currents" es el trabajo donde Tame Impala parece, más que nunca, un proyecto personal y no una banda de rock. Una soledad casi egocéntrica, líricamente ejemplificada en temas como Eventually y 'Cause I'm a Man.
El tracklist, incluyendo las canciones mencionadas, está lleno de grandes momentos de talento y creatividad, desde varios lapsos experimentales como Nangs a las estructuradas The Moment y Reality en Motion. Como se mencionó en el post de Favoritos de Julio, este es un álbum que puede llegar a traumar. Un sonido muy fino y cuidado, donde hay un fiel espejo de una persona, no queda más que amarlo, disfrutarlo.
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